it comes like a tsunami.

A veces me puedo acordar su olor, su perfume de canela y mandarinas, y es como una repetición de Navidad. Con la mejor regalo del mundo (su presencia). Intento chupar su olor, intento que se quede en profundidad, espero que permanezca en mi piel hasta que las últimas gotas de agua lo quiten. 

// Y de repente las gotas han borrado todos los sentimientos que tenía yo, igual como un tsunami había arrasado todas las casas. Los sentimientos han desapareciado. Las memorias: cuándo llegó, por qué se marchó, cómo era el sabor de su lengua, qué había dicho del amor eterno cuando discutimos. Y como una víctima del tsunami, he quedado sin la próxima Navidad, sin regalos. Porque el puto fénomeno no elegió nada, sino destruyó todo. Sin preguntas, sin olores. 

No sé si el amor pueda tener tanto poder, pero dicen que sí, dicen que sí.